S e n t i r


 Los sentimientos en sí no necesariamente nos conducen a una sabiduría mayor, pero el proceso de abrimos sí que puede hacerlo. Cuando nuestro foco cambia de la emoción en sí -como un objeto de placer o dolor- a nuestro estado de presencia con él, nos trasladamos del reino de la personalidad al espacio primordial de ser.
 
 
 
Sólo en esta presencia primordial podemos encontrar los recursos que necesitamos para enfrentarnos a nuestra situación. Y cuando estamos presentes con un sentimiento, en lugar de reaccionar ante él como bueno o malo, la guerra interior -entre lo propio y lo Ajeno, entre «yo» y «mi experiencia»- empieza a calmarse. Entonces nuestra conciencia puede actuar sin tantas obstrucciones, y nos permite percibir con más claridad lo que realmente está pasando y lo que necesita hacerse.

Del Libro Amar y Despertar de John Welwood

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