¡Decido ser libre!

Para lograr la libertad interior es necesario conocer con toda objetividad nuestros límites.
 
 
 
Algunos de ellos son:
Nunca lo sabremos todo.
Nunca nos conoceremos por completo.
Nuestro cuerpo envejecerá.
Nada es nuestro, todo nos es prestado.
Siempre habrá alguien más fuerte, más inteligente, más bella que nosotros.
Siempre necesitaremos la ayuda de los otros.
Nunca nos aceptará todo el mundo.
Siempre habrá alguien que nos rechazará.
Seremos olvidados.
Pronto o tarde nuestros rasgos personales se esfumarán.
No sabemos nada.
Todo lo que “sabemos” son creencias.
Alejandro Jodorowsky

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