Los niños


Los niños ven el mundo con el filtro de la Luna. No ven ni enfocan como los adultos porque relegan al sol a la versión de sus padres de ellos mismos. La luna los protege de toda la carga óptica y ven lo que las sensaciones les reflejan. El... estado de dependencia es tan grande que también dependen de la mirada ajena. Son perturbados por los ojos de la madre y de todo aquel que los cuide. Cargan con la imaginación y están hipnotizados por lo lunar.
 
 
Su alimento energético es la Luna, lo adictivo y que resiente en hábito lo provee la madre como figura proyectada de ellos. La realidad es esfumada por la emoción y las necesidades de luz externa hasta que de a poco empiezan a brillar por su propia dinámica energía solar. Pero hay madres que los empujan de niño a la identidad propia, que ven en ellos características sobresalientes. Y como la luna, solo están reflejando luces externas. Niños que cantan, que bailan, que son sabelotodos. Pero ellos están a la deriva del sello externo de vida. Todavía no se los puede definir. Es un secreto su meta y su destino hasta que se saquen las vendas de los ojos y por su cuenta iluminen su camino.
Diario de una astróloga

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