El destino...

Maestro, si me creo más iluminado que ayer, ¿por qué presiento que mañana me volveré a encontrar con la misma piedra que hoy?
Nuestra consciencia evoluciona como una línea espiral ascendente. Pasamos una y otra vez por escenas parecidas, pero las vemos desde perspectivas cada vez más elevadas.


 
-¡Pero mi destino será volver a tropezar!
-Aunque la piedra sea la misma que ayer, hoy ya la verás desde la distancia, quizás puedas incluso bordearla y aún si llegaras a tropezar mañana, caerías de forma que te hicieras mucho menos daño que hoy.
Alejandro Jodorowski

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Ikigai

Dragonfly, de Dragón a Libélula

La autenticidad en psicoterapia: las diferentes facetas de la relación terapéutica