A m o r e s____ la____ r e s p u e s t a


Recé insistentemente a Dios rogando que me quitara un problema que tenía. No obstante, Él me dio Amor, pero no tocó el problema. Al principio me enfadé, luego le grité, más tarde me rendí y por fin amé. Amando, el problema desapareció. Ya ves qué diferentes son los pensamientos de Dios que los del hombre.
¡Qué diferente Su Sabiduría que la nuestra!
 

 


 De: La Taberna del Derviche
Arte Helen Nelson Reed



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