El templo limpio

Cuando hago bien al otro, me lo hago a mí mismo. Todo lo que hago al otro, me lo hago a mí. Y por el hecho de entrar en comunicación con el otro sin agresión, yo recibo.
 
 
 
 
Mientras que en mi alma hay pequeñas agresiones, mi templo no está limpio. En este caso, no construiré mi alma. No encontraré a mi Dios interior. No me comunicaré.
Alejandro Jodorowsky- Evangelios para sanar

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