Sueño.

 No sé quién soy en este momento.
Duermo sintiéndome. En la hora calma
mi pensamiento olvida el pensamiento,
    mi alma no tiene alma.







 Si existo, es un error saberlo yo. Si despierto
parece que yerro. Siento que no lo sé.
Nada quiero, ni tengo, ni recuerdo.
    No tengo ser ni ley.

Lapso de la consciencia entre ilusiones.
Fantasmas me limitan y contienen.
¡Duerme, inconsciente de ajenos corazones,
    corazón de nadie!

Fernando de Pesoa

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